domingo, 27 de noviembre de 2011

Bonn

Pues como bien dijo Guillermo, por fin os mostramos Bonn, la antígua capital de la República Federal de Alemania. Personalmente la ciudad me encanta, no es muy grande, pero es increíble la cantidad de tiendas y diferentas lugares de ocio,museos etc que te encuentras por metro cuadrado. La distancia de Bonn a nuestro pueblo es de unos 20 Km más o menos.

Comenzamos por la Universidad de Bonn (Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität), antaño fue el Castillo de los Príncipes Electores de Colonia, contruido en 1818 por el príncipe Federico Guillermo III de Prusia:

Detalle de uno de los laterales de la Universidad

Como curiosidad decir que uno de los tantos ilustres profesores de esta Universidad, ha sido Josef Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI.

La siguiente parada es la Catedral de San Martín (Bonner Münster),en la cual se mezclan estilos como el gótico,el románico y el barroco. Ha sido reconstruida en numerosas ocasiones debido a varios incendios sufridos en el siglo XIII, y los bombardeos de la 2º Guerra Mundial:




Detalle de la entrada principal


Altar principal


El precioso órgano


Yo en la plaza que rodea la Catedral

Y como no podía ser de otra manera en la ciudad natal de Beethoven, hay por todas partes reminiscencias al mismo:

Guillermo frente a la estatua de Beethoven


Casa natal de Beethoven (actual museo)







Otro precioso edificio es el Ayuntamiento de Bonn (Altes Rathaus):

También pudimos ver la reconstrucción de una de parte de la muralla que rodeaba la cuidad en la Edad Media:

Sobre las 12:00, comenzamos a oir un conciertazo en nuestros estómagos (sí, aquí es lo más normal comer a las 12:00) y decidimos picar algo en uno de los muchos puestos que hay por la calle. Para integrarnos totalmente en la cultura germana, nos decidimos (cómo no!!) por el típico "currywurst" con patatas fritas:

Tras llenar el buche, continuamos nuestro tour, adentrándonos el las callejuelas del centro de la ciudad:

Guillermo frente a una de las tantas cervecerías de la ciudad

Continuamos dando un paseo por la orilla del Rin:

La verdad, que el paseo por el Rin, es muy bonito, pero más vale ir bien tapado porque hace un "vientecillo", que te refresca que da gusto.....Y eso que hasta ahora ha hecho bueno (la tempera máxima: 8ºC al sol y la mediodía......), ya veremos cuando llegemos a los -20ºC que nos han dicho que ha hecho otros años......

Otoño en Bad Honnef (1/11/11)

Con esto creo que conseguiremos ponernos al día por fín, pues es lo último que nos queda un poco "desactualizado". Claro que para no volver a desactualizarmos tendremos que postear al menos una vez a la semana a partir de ahora, pues algo hemos hecho entre tanto.

La verdad que en esta zona donde estamos nos ha parecido precioso. La mayor parte de los árboles son de hoja caduca y sus hojas se vuelven amarillas y pasamos a tener de un paisaje verde, verde a uno marrón amarillento. Quizá a muchos les parezca una tontería, pero al menos yo estaba acostumbrado a ver muchos árboles perennes por donde vivíamos y, aunque si que se veía el caer de las hojas de algunos, no era tan exagerado.

La pequeña capilla que tenemos al lado de casa.

De paseo por un parque cercano.
 



De camino al trabajo de Jenny
Y unos patucos muy majos que encontramos en el mismo parque.
 Y este, aunque no es que sea "otoñal", como me gustó mucho lo fotografié.



 Y bueno. Tampoco hay mucho más que contar sobre el otoño, asique voy a contar alguna peculiaridad absurda.^^

Como curiosidad hemos descubierto unos carteles curiosos (asumo que serán de temas de gas y agua, aunque uno aun no sabemos de que es...).



Y como nos entró la gula de guarradas, compramos helado. Lo curioso es que no había tarrinas de litro, sino de.....



Y también un "caldero" de yogurt de Stracciatela (aunque este le compramos mucho antes del helado y ya lo terminamos):


¡¡¡Y que bueno que estaba!!!

Y nada más, aquí lo dejo. En breve actualizaremos con nuestra visita a Bonn.

Nos vemos

domingo, 20 de noviembre de 2011

DE EXCURSIÓN (19-10-2011)

Pues como bien dice el título, hoy os voy a contar la excursión que hicimos en mi empresa....sí, habéis leído bien, como en el cole , vamos todos de excursión!! 

Yo creo que en España esto no se suele hacer, al menos nunca lo había oído, pero parece ser que aquí es habitual, al menos en algunas de las empresas.Lo que se hace en esta compañía es, que los nuevos empleados son los encargados de organizar una excusión.

Sobre las 8:30 de la mañana,allá que nos montamos todos en el autobús dirección Andernach, un pueblecito situado a unos 100 Km de Bad Honnef. Durante el viaje pudimos degustar el "2º desayuno" (al menos por mi parte)donde podías elegir una gran variedad de bollitos y panes típicos de aquí (uhmmmmmm!!!) y cómo no, agua con gas (grrrrr!!). El plan de mañana consistía en visitar uno de pocos  géiser de agua  fría  de Europa (http://www.geysir-andernach.de/english/).

Mi compañera y yo al llegar al pueblo.
Nada más llegar, visitamos un museo donde se explicaba todo lo relacionado con la formación y origen de la Tierra, sus capas etc,etc.Por supuesto que la visita guiada era en alemán con lo cual, fue más que complicado entender lo explicaba la señora con mi nivel A1....menos mal que había carteles explicativos en inglés y dibujos por todas partes .

Tras la visita al museo, para llegar hasta el géiser, era necesario ir en barco. El viaje fue corto, pero a mí me encantó ya que era la primera vez que montaba en barco. Afortunadamente no llovió y pudimos disfrutar de las vistas desde la cubierta:


Uno de los pueblecitos que se veían desde el barco.



Con mis compañeros tomando un café bien calentito.

 Y tras bajarnos del barco,llegamos al lugar donde se encontraba el géiser,  tras unos minutos de espera que se hicieron eternos pudimos por fin, contemplarlo:



 Después de esto,regresamos al pueblo para degustar una suculenta comida y hacer un poco de turismo por el mismo:
Una de las calles principales
Detalle de la fachada de uno de los museos del pueblo

 Detalle de los restos de castillo y muralla de rodeaba el pueblo:




El plan de la tarde, era visitar un precioso castillo medieval situado en un pequeño valle, el "Castillo de Eltz". Dicho castillo está situado al lado del río Moselle, entre los pueblos de Koblenz y Trier. Fue construido en el siglo XII y ha pertenecido a la familia Eltz durante 33 generaciones. Es uno de los pocos castillos (de los muchos que flanquean el Rin) que nunca ha sido destruido desde su construcción.





 La verdad, que el interior del castillo es impresionante (no os lo puedo mostrar porque no se permitía hacer fotos),nos enseñaron un montón de habitaciones :la cocina, el dormitorio principal, uno de los comedores ,una de las habitaciones de los niños...A mí me encantó, es que era como de cuento,como si entrases en otro mundo, parecía que en cualquier momento iba salir un caballero por alguna de las mil  puertas que había para ir a rescatar a la princesa....De ahí mi cara de emoción, como podéis ver:




Y esa fue la excursión, donde además de pasármelo genial, practiqué un poquito de alemán (sobre todo hice el oído después de tanta visita guiada...)













domingo, 13 de noviembre de 2011

Drachenfels (2/10/11)

Hoy relataré el viaje que hicimos al pueblo de al lado, Königswinter.

 
Nos levantamos pronto por la mañana y tomamos el U-Bahn hasta Königswinter. Allí, que en aquel momento eran fiestas (mala pata que no me acordé de sacar fotos de las mismas) nos dirigimos rápidamente hacia el funicular que te permitía subir a "Drachenfels" (El risco/pico/roca del Dragón).

Drachenfels es una de las siete montañas (Siebengebirge) que rodean el valle del Rhin por el Este. En lo alto de la cima se encuentran las ruinas de una antigua torre, y desde las mismas se puede ver todo el valle y mucho más allá.
En esta montaña, dice la leyenda, que Siegfrido mató al dragón en una de sus grutas y allí se bañó con su sangre para volverse invencible, como relata la historia del "Cantar de los Nibelungos" (otra cosa es que diga que fue aquí donde lo mató, eso ya no lo sé, puesto que no he leido ninguna adaptación ni nada por el estilo).



Una vez en la estación donde se coge el funicular, nos contaron que había la posibilidad de coger una entrada combinada, la que permite acceder a ver el castillo que hay a medio camino, llamado "Schloss Drachenburg". Sabíamos que se podría uno parar a verlo, pero no sabíamos si se podría entrar, asique tomamos esa posibilidad y nos pusimos en camino.


Una vez allí descubrimos que el castillo era una preciosidad. Jamás había visto un castillo tan precioso. Acostumbrado a los castillos que había visto por España, que la mayoría eran murallas y poco más, este me sorprendió mucho dado que era un palacio.
Parecía salido de un cuento de hadas. Nada que envidiar al castillo de Disney.




El castillo fue construido durante el siglo XIX y utilizado como residencia de Verano del Barón Stephan von Sarter. Durante la Segunda Guerra Mundial  se usó como centro de entrenamiento para soldados alemanes. Actualmente es propiedad de la comunidad de Nord-Rhein-Westfalen.
En sus alrededores descubrimos un pueblo pequeñito(aunque debe ser parte de Königswinter) con un precioso restaurante con la arquitectura típica de la zona:


Tras esto vimos que había un montón de gente que subía hasta Drachenfels caminando, y más tarde nos enteramos (al volver, pues no tomamos el funicular, aunque estaba pagado), que era posible subir y bajar andando sin mucho esfuerzo, pues no está muy lejos del pueblo y quitando una pequeña cuesta, no es nada dura la caminata.

Bueno, a lo que vamos. Entramos al castillo y lo vimos por los cuatro costados y  hasta debajo del rabo:

Aquí yo junto a la entrada de una de las torres del castillo.
Jenny y Yo en la puerta principal del castillo.

El patio particular del castillo. "Así...para pasar el rato, salimos a ver las estatuas de oro de la pedazo de fuente que tenemos en el jardín"
Jenny entre las flores del jardín.
Descansando junto al muro del jardín.
El interior del castillo estaba completamente restaurado imitando las antiguas pinturas que representaban escenas del "Cantar de los Nibelungos"

La doble silla de la familia "Silió"

Como todo buen castillo no pueden faltar las puertas secretas...

Ni tampoco los comedores llenos de lujos.

Vista de Königswinter, el Rhein y Bonn, desde el patio del castillo.
Más fotos del castillo. Parte trasera.

Y otra más de la parte trasera.

No sé qué os habrá parecido a vosotros, pero a mi me cautivó. Las vistas impresionantes, la arquitectura del castillo de cuento de fantasía.

A continuación subimos hasta Drachenfels. Allí encontramos las ruinas de una torre del castillo que se encontraba en lo alto de la montaña, separada del resto de la construcción, ya que a lo largo de toda la montaña se podían ver edificios que en su día fueron parte de la villa del castillo.


Desde lo alto del mismo se podía ver, con una vista todavía mucho más impresionante que la de Schloss Drachenburg, todo el valle del Rhein, Bonn, Königswinter e incluso nuestro pueblo, Bad Honnef.

Bad Honnef

Bonn (al fondo) y Königswinter


Así mismo se podían apreciar a la perfección "las otras 6 montañas".


La verdad que a parte de las vistas, mucho más no se podría apreciar, ya que, además de que toda la zona se encuentra en obras, nos encontramos con muchísima gente que como nosotros había aprovechado a subir y era un poco agobiante. Así que nos dirigimos cuesta abajo de vuelta a Königswinter.

No sin antes detenernos en el Hall de los Nibelungos, donde había expuestas un montón de obras basadas en la historia.




Además de esto había un enorme reptiliario con un montón de preciosos reptiles (y aves...O.o) donde hice muchos amiguitos nuevos. Aquí os los enseño:

Justo antes de irnos del lugar, me dijo Jenny: "Mira, que es ese camino de ahí". 
"No lo sé, vamos a investigar". Contesté. 
Entonces nos adentramos en una gruta bastante oscura. Vosotros la veréis muy bien porque le saqué una foto con flash.
 Cuál fue nuestra sorpresa cuando llegamos a un claro en mitad de las montañas, con un pequeño estanque y nos encontramos con el enorme dragón a quien Sigfrido había ajusticiado años atrás.
Por suerte tras tantos siglos se había convertido en piedra y no representaba amenaza alguna:


Ya de vuelta en Königswinter y ya bastante cansados, volvimos a Bad Honnef, desde donde (no nos habíamos dado cuenta hasta entonces) se podían ver las ruinas de Drachenfels guardando el valle:

Lo que no sabíamos es que llevamos un polizón hasta nuestra casa. 
 
¿Sería una cria salida de algún huevo del Dragón?. Si cuando crezca no nos come, os lo contaremos...