miércoles, 31 de julio de 2013

De bodas búlgaras y lagos alemanes

Casi dos meses desde la última entrada!!. Somos lo peor.

La verdad que no hemos parado quietos este verano. El mes pasado fuimos a Bulgaria para asistir a la boda de nuestros amigos búlgaros (Desi y Sev), junto a toda la banda. 
Por problemas con nuestro avión tuvimos que permanecer allí 3 días más de los planeados, asique al final estuvimos 10 días disfrutando de Bulgaria. 

Para la boda nos alojamos en un HOTELAZO de esos de todo incluido, donde se celebró el banquete de la boda.




 Desi y Sev nos dijeron que a su boda, aunque tradicional, habían añadido muchas cosas que actualmente no se suelen hacer. Pero gracias a eso puedo decir que ha sido la mejor boda a la que he ido hasta ahora, la verdad. 
Primero el novio fue a casa de la novia a pedirle la mano y a negociar con el padre, el cual, si ve que éste tiene dinero, le concederá la mano de su hija, y se pondrán todos a bailar en corro!!

Tras esto se celebra la boda oficial. Allí es bastante diferente a España, donde lo normal es celebrar un acto...más pomposo, digamos, en la iglesia y luego la boda civil no es más que un mero trámite. Allí es lo contrario actualmente. La boda civil se suele realizar con un acto en el que el alcalde dice unas palabras, y tienen que hacer varias "parafernalias" que si con unos ramos de flores, que si dando vueltas a la mesa del alcalde, etc...
Luego, los que quieren realizar la boda religiosa van a la iglesia y la realizan. Pero no es lo común.

Después viene el banquete. Por lo general debería ser un banquete como los de España, comes, te mamas y a bailar. Pero nuestros amigos prepararon eventos entre plato y plato coincidiendo con varias tradiciones antiguas de las bodas Búlgaras. 

Primero la entrada de los novios con un baile tradicional búlgaro.


Después nos sirvieron los entrantes, y en mitad de los mismos hicieron una parada para el baile de apertura de los novios. Tras el cual, nos unimos todos a bailar en corro los bailes tradicionales.
Más tarde, a mitad del primer plato, los novios tuvieron que realizar dos actos tradicionales. En uno de ellos la novia debía chutar un caldero con dos rosas, una blanca y una roja. Si al caer el caldero la rosa que cae es blanca, su primer hijo será varón, sino será una niña.
Otra de las tradiciones se trata de que ambos se ponen espalda con espalda sujetando un pan de torta sobre la cabeza (bien grande, por cierto) y tienen que tirar para romperlo. Quien se quede con la parte más grande será quien mande en su matrimonio. Aunque Sev no quiere admitirlo, Desi se llevó la mayor parte.

Y también de vez en cuando se hacían paradas para bailes tradicionales o para que todos nos pusiesemos a bailar. 

En fin, una boda divertidísima. Lo pasamos en grande. 

Sobre el resto del viaje de Bulgaria ya hablaremos en otra ocasión, pues tenemos para largo y tendido.

¿Y porqué se titula la entrada "...y de lagos alemanes"?
Pues bien, la semana pasada visitamos lo que sería la playa alemana. Evidentemente tienen playas al norte, pero el resto del país se tiene que conformar con ir a piscinas o lagos. 
Este lago se llama Lieblerer See. Se encuentra cerca de Colonia y, bueno, tampoco es que sea un lago enorme. 
Lo peculiar es que tiene una pequeña playita, donde la gente se tumba como si estuviesen a la orilla del mar. Y cuando digo, como si estuviesen a la orilla del mar, lo digo con todo lo que conlleva: Aglomeración de toallas!


Tuvimos suerte de que nada más llegar se iba un grupo de 4 personas (justo los que éramos) dejándonos espacio para las toallas. 
Lo peor de todo de aquel día era el calor. A mi me prometieron que en Alemania hacía frío. Pues bien, eso es solo en invierno. Al menos en los tres últimos veranos. La verdad que no noto la diferencia con Santander en Verano. En fin.

Lo que menos me gustó del lago es que te cobran la entrada. Por lo que nos dijo Desi es así en todos los lagos y similares en Alemania. No sé si el lago será propiedad de alguien y por ello se cobra, pero en tal caso me parece horrible que los ayuntamientos permitan ese tipo de negocios (vamos, más que permitan, que los vendan), pues es como si cobrasen por dar un paseo por un parque o por la montaña, o incluso la playa, ya que estamos. Vamos, cobrar por algo que, en principio, pertenece a todos.

El lago en sí estaba bastante bien. Incluso había peces bien gordos en la orilla que podríamos haber cazado para la cena!!. 
El agua, aunque calentorra por el calor, estaba fresca y se podía dar uno un baño para escapar de las mareas de sudor al estar tumbados en la arena (y menos mal que llevé una sombrilla, que si no, hubiese acabado como un cangrejo).


Tras estar allí toda la tarde como lagartos, nos fuimos a tomar unas cervezas a un chiringuito que hay en la playa y pa´casa.