domingo, 25 de noviembre de 2012

Viaje a Berlin (3a Parte)

Día 3 (3/Nov/2012):

Al tercer día nos dirigimos a Potsdam. Esta es una ciudad que está a 60 km de Berlin más o menos. En su momento fue una importante ciudad alemana ya que fue capital del Estado Federado de Brandenburgo, y cuenta con el palacio de Sanssouci, palacio de verano y de invitados de Federico II El Grande. 

Al llegar nos encontramos en una estación de tren/centro comercial que, para nuestra sorpresa, tenía una exposición de maquetas de trenes eléctricos. Maquetas. ¿Que más quieres Guillermo?




Tras maravillarme un poco con las mismas nos acercamos a la oficina de turismo que hay en la estación y emprendimos, a pesar de que todo el mundo nos dijo que estaba muy lejos como para ir andando (yo creo que más bien querían que subiésemos en sus Bus-Tour por la ciudad, pero bueno), nuestro camino hacia el palacio. De este modo, de la que íbamos podríamos ver todos los monumentos que hay a lo largo de toda la ciudad.

Nada más salir de la estación, lo primero que encontramos fue la iglesia de San Nikolas de Potsdam:


Como podéis ver, las fotos que estoy colgando para nada son sacadas con nuestra cámara, ya que todas proceden de internet. Pues bien, el caso es que  se nos olvidó la batería en el cargador y nos llevamos la cámara sin batería. Asi que intentamos volver a la estación a ver si encontrábamos algún sitio donde vendieran cámaras desechables, pero me da que eso ya no existe. En fin, perdimos 20 minutos entre todo esto y continuamos nuestro camino.

De camino a los jardines de palacio nos encontramos un montón de edificios preciosos con una arquitectura propia del 1700. Como son un montón, simplemente os pongo fotos que he encontrado en internet y os pongo lo que son cada uno de ellos. Solo os pongo lo que vimos de cerca, pues esta ciudad es un monumento viviente:

Museo del Cine de Potsdam.

Casas de Hiller-Brandt. Antiguas casas de dos patricios que heredaron sus apellidos.

Gran Orfanato Militar

La casa del Mecanismo de Vapor (Steam Engine House). Es la encargada de mantener el sistema hidráulico de las fuentes de los jardines de Sanssouci.
La puerta de Brandemburgo (no, no es la de Berlin. jeje). Tras ella hay una bonita calle peatonal llena de cafés y comercios.
Iglesia de la Paz. Esta solo la vimos de lejos, pues teníamos que desviarnos para verla y decidimos dejarla para el final. Final que no llegó porque acabamos reventados y sin ganas de ver más.

Y por fin llegamos a los jardines de Sanssouci. La verdad que es la vista es impresionante, pues nada más entrar (al menos por la entrada que tomamos nosotros) ves la fachada del palacio de invitados (

¡¡ que debían de ser muchos, porque vaya casoplón!!) que se encuentra a 3 km de distancia:

El palacio nuevo
Por desgracia no he encontrado ninguna foto que ilustre lo que os quiero transmitir, pero bueno, imaginaros este edificio a 3 km de distancia al final de un camino de arena en el interior de unos jardines. Sin duda merece una visita.

Detrás del mismo se encuentra la Universidad de Potsdam. Por lo que nos comentaron, bastante famosa y prestigiosa en Alemania.


Al poco de adentrarnos en los jardines encontramos a nuestra derecha el Palacio de Sanssouci. Este es al que acudía Federico II en verano y donde le gustaba quedar con eruditos de la época para charlar sobre asuntos refinados de la realeza de aquella época. Este se encuentra en lo alto de una serie de escaleras que están rodeadas de pisos de con árboles, flores y otras plantas. Como nosotros fuimos en Noviembre, no es que pudiésemos ver mucho más que arbustos, pero en verano debe ser una delicia:

Vista de la subida al palacio (las fuentes están tapadas con esas casetas para que no se congelen las tuberías en invierno)

Vista más cercana del palacio
A parte de estos magníficos palacios, los jardines están llenos de monumentos y pequeños edificios, como el Orangery Palace (algo así como "Naranjería"???). Literal, es un palacio que tiene un montón de naranjos dentro. Dado que llegamos en mala época no pudimos visitar por dentro nada más que el Palacio de Sanssouci, pero al menos pudimos verlos por fuera. Casi todos estos edificios eran construidos como muestra de refinamiento y gusto por el rey, dado que las cosas exóticas eran la moda por aquel entonces. Por ello está, por ejemplo, la casa china. Ahora os dejo una lista de los mismos:

Orangery Palace visto desde abajo
Vista de una sección de los jardines desde el Orangery Palace
El palacio completo
La casa china (Dragon House)
El templo de las antiguedades
Templo de la amistad.
El molino, que está al lado del Palacio

Una cosa que nos sorprendió muchísimo, es que desde el palacio de Sanssouci pueden verse unas ruinas en lo alto de una colina. Dichas ruinas, nos contaron, que fueron construidas a propósito por el rey como tales (es decir, ya ruinosas) porque era bonito tener un templo en ruinas. Así, sin más.
De este no he encontrado ninguna foto, por desgracia.

Bueno, finalmente, tras recorrernos la mitad de los jardines acabamos con los pies destrozados (más de lo que los teníamos ya del día anterior), asi que decidimos pararnos a tomar un café por la calle peatonal que está tras la puerta de Brandemburgo (la de Potsdam, no la de Berlin, no me seais...). 

Ya de paso podíamos hacer tiempo para el tren, pues nos quedaba un rato para el musical (si es que se puede llamar eso) para el cual habíamos sacado entradas el día anterior.

Del musical, perdón, ABORTO, no voy a hablar mucho más que algún insulto, asi que os dejo un link a su web y un vídeo y opinad vosotros. Yo salí decepcionado y con la idea de que fui totalmente engañado (porque barato no es que fuera el cabrón!!).

Show Me se llamaba en el Friedichstraße Palace.

Ya que el video no puedo subirlo directamente, os dejo el enlace: http://vimeo.com/44526189

Y bueno, tras esto nos fuimos al hotel a descansar.

Y así concluye el tercer día en Berlin. La verdad que, quitando el aborto de show, fué genial. Si alguien me preguntase, le diría que se olvidase de Berlíny fuese a Potsdam. En un solo día no pudimos ver ni la mitad de los Jardines, y no solo eso es lo que puede uno encontrarse en dicha ciudad. Sin duda, me encantó.

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